miércoles, 24 de agosto de 2011

Análisis de la poesía inca. Un enfoque naturalista



Prólogo
La riqueza estética de la poesía inca, nos da una imagen o representaciones de la cultura de esta civilización, que renace en casa poema. Los versos son fluidos y cortos, van uno detrás de otro,como cascadas. He intentado de manera sencilla, enfocar mi análisis a una reflexión analista. Conforme fui leyendo cada poema con detenimiento, pude notar que en todos aparecen elementos de la naturaleza, no es de extrañar, pues era un pueblo agrícola.
Casi sin percatarme, las paredes de mi mente se fueron transformando en vegetación, el suelo en ríos y me vi transportada al Cuzco; desde el cielo, Viracocha, el creador observa las faenas de los hombres; en el horizonte aparece Inti (dios del Sol); las noches se ven encumbradas con Mamaquilla (diosa de la Luna); Pachamama (diosa de la Tierra) alimenta y da verdor a la existencia de los pobladores; Illapa enaltece la flora purificándola con lluvia.
Tomé como elementos de análisis, los poemas jailli, wanka y wayñu, por considerar su estructura interesante, relativamente compleja y llena de simbolismos. Una de las herramientas que empleo es la interpretación, me adentré en los poemas y escudriñé minuciosamente hasta percibir lo que me transmitía cada uno de los cantos. Espero haber logrado un acercamiento a la cosmogonía que se encuentra en los poemas.

Capítulo I
Jailli

Los jaillis son himnos, plegarias o cantos de alabanza a las divinidades. También se entonan en momentos de regocijo, o se pueden dedicar a un triunfo en la guerra. Buscando más información sobre el tema, encontré un jailli titulado “Runa kamaj” (1) que significa “Aliento del hombre”, esto era uno de los atributos del dios Viracocha (ser supremo para los incas, también es un dios de la tormenta y un dios del Sol). Los incas nunca olvidaron a este dios a pesar de rendirle culto a Inti, dios del Sol (2); la naturaleza alaba a Viracocha con maravillosos versos se expresa el amor a la deidad. El inicio del poema es verdaderamente bello: Amanece la tierra / y se cubre de luces / a fin de venerar / al creador del hombre.
En las siguientes estrofas, la naturaleza: “el alto cielo”, “el viento”, “el regazo de los árboles”, “todas las flores”, “el seno del lago”, “el río caudaloso”, “el peñasco”, “las serpientes”, “la vicuña del páramo” canta al dios. Concluye el poema con la voz profunda del poeta: Así también mi corazón / en cada amanecer / te rinde su alabanza, / Padre mío y creador. Todo el poema lleva una secuencia clara y precisa, comienza alabando desde el cielo, musicalmente va descendiendo a la tierra, finalizando dentro del corazón del autor.
En otro poema, “Oración primera al hacedor” (3), se aprecia con mayor claridad la plegaria: Haz que viva / por muchos días, / hasta la edad en que deba / encanecer. A Viracocha se le nombra en repetidas ocasiones como “raíz del ser”, indudablemente por considerarlo como el origen de todo lo existente. Apreciamos que la visión naturalista, jamás está desarticulada en la cosmogonía inca.

Capítulo II
Wanka

Son los poemas filosóficos y reflexivos, son elegías, es decir, son composiciones poéticas del género lírico, en que se lamenta la muerte de una persona o de acontecimiento desgraciado (4). De igual manera, como en los jailli, observamos el elemento naturalista. Surge en las estrofas de todos los poemas: En tu ramaje anidó / anidó mi corazón, / mi regocijo a tu sombra / floreció (5).
Este tipo de poemas, nos plantean ciertos principios cosmogónicos, como es el caso del poema “Bella princesa” (6), en el que hablan de un hermano y una hermana, a mi parecer, se refiere a la dualidad de las deidades: femenino y masculino. La interpretación que le doy a este poema, es que se refiere a la diosa de la lluvia: Y tú, princesa, / mandas tus aguas / en fresca lluvia. En esta otra estrofa, no hay duda de que a quien se invoca es a Illapa (diosa del rayo y la lluvia): Y de este modo / retumban truenos / y caen rayos. Esto podría ser justicia divina, la naturaleza es dadora de “fresca lluvia”, sin embargo, también es justiciera: Granizo envías / y a veces nieve. A lo largo de los poemas vemos metáforas relacionadas con la naturaleza.
En este otro poema “Canción de ausencia” (7), en la última estrofa puedo imaginar que Illapa le habla a Pachacamac (dios de la creación y de la vida): Derramando la lluvia de mis lágrimas / sobre las kantutas / y en cada quebrada, / te espero, hermosa mía; esto que menciono, es simplemente lo que me transmite el poema. Se percibe un tono nostálgico y profundo.

Capítulo III
Wayñu

Son cantos dedicados a la naturaleza y al amor, enfocados desde la visión de su mundo agrícola y naturalista. En el poema “Ea, el triunfo”(8), aparecen hombre y mujeres entonando versos con “hurras”. A simple vista pensaríamos, que están dedicados a la agricultura, pero en realidad el trasfondo es el aspecto sexual. En este canto los hombres dicen: “¡He aquí la coa y el surco!”, la coa es el miembro viril y el surco la parte femenina. Cuando las mujeres dicen: “¡Hurra, la simiente, hurra!”, se refieren a la gestación.
Más adelante escuchamos las voces de los hombres: “¡Ea, el triunfo! ¡Ea, el triunfo! / Sol poderoso, gran padre, / ve el surco y dale tu aliento!”, invocando a Viracocha por ser el dios creador y no se refieren a Inti; otro indicativo es el empleo del epíteto de “gran padre”. También llaman a la diosa madre Pachamama. El poema finaliza con el nacimiento de un nuevo ser: “¡He aquí la infanta, la hermosa!”, a su vez las mujeres cantan: “¡He aquí el varón y el sudor!”
El erotismo que nos plantea el poema se presenta de manera oculta, siendo una muestra más de la profundidad temática en la poesía inca. Asimismo, es digno de resaltar la importancia de la naturaleza en la vida de estos antiguos moradores de esa tierra enigmática y fascinante.

CONCLUSIÓN
Si no creemos en la ecología y preservación de nuestro medio ambiente, tal vez en estos poemas encontremos fundamentos para proteger y respetar la naturaleza que es vital para la existencia. Habría que volver la vista a todo lo que está en peligro de perderse: nuestro entorno naturalista. Los antiguos tenían un respeto hacia la tierra y el cielo. Lo que nosotros hemos ido perdiendo, acaso algo hayan tenido que ver los conquistadores en distorsionar esta visión de conservación y veneración a la flora y fauna.
Uno de los fundadores de “Contemporáneos”, el poeta Enrique Bustamante y Ballivián ha preferido inspirarse en el espectáculo de las praderas y las altiplanicies y nos ofrece el genuino Perú de las grandes alturas:

Tarde (9)
Crepúsculo,
Casaracra.
Todo uno se echó a mugir
como las vaquitas serranas
que indígenas rumian su coca.
Y lamen un granito cielo claro.

Son tan flacuchas,
tan pequeñitas,
y tiene ojos frescos
que se deshacen gota a gota
como las nieves.

Quién no ha de mugir con ellas
si en sus mugidos
hemos mamado campo junto con los terneros,
si hasta el tren de las minas
que baja asorochado,
acomodando sus vértebras
a las curvas de la quebrada,
mientras crujen todos sus huesos,
muge también largamente
lleno de tarde y de sierra.

La cosmología inca, similar a la de todos los pueblos prehispánicos nos deja una enseñanza de respeto a las leyes del universo y por ende a la vida humana. Debería ser un ejemplo a seguir en este mundo actual en el que el hombre está trastocando nuestro medio ambiente, destruyendo riquezas naturales no renovables y renovables, sin importar las consecuencias fatales en un futuro próximo.

NOTAS
(1) Leal, Luis / Dauster, Frank; Literatura de Hispanoamérica, p. 17 y 18.
(2) Cotterell, Arthur; Diccionario de mitología universal, p. 273.
(3) León Portilla, Miguel; Literaturas del Anáhuac y del Incario; p. 52 y 53.
(4) Diccionario Enciclopédico Oceáno.
(5) León Portilla, Miguel; Literaturas del Anáhuac y del Incario; p. 84.
(6) Ídem, p. 85.
(7) Ídem, p. 86.
(8) Ídem, p. 82-84.
(9) Prampolini, Santiago; Historia Universal de la Literatura, p. 234.

BIBLIOGRAFÍA
· Leal, Luis / Dauster, Frank; Literatura de Hispanoamérica; Harcourt, Brace and World, Inc.; Estados Unidos; 1970.
· Cotterell, Arthur; Diccionario de mitología universal; Editorial Ariel, S.A.; Barcelona; Primera reimpresión (México): marzo de 1992.
· León Portilla, Miguel; Literaturas del Anáhuac y del Incario; SEP/UNAM, Col. Clásicos Americanos #5, México. 1982.
· Diccionario Enciclopédico Oceáno; Ediciones Oceáno, S.A.; Barcelona; Edición 1982; Tomo I.
· Prampolini, Santiago; Historia Universal de la Literatura; Volúmen Duodécimo; Uteha Argentina, Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana; Buenos Aires; 1941.

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